¿Cuándo es el mejor momento para empezar una terapia psicológica?

Decidir acudir a terapia puede ser un gran paso hacia el bienestar emocional y personal. Sin embargo, la idea de comenzar a acudir a terapia generlamente suele venir acompañada de muchas preguntas, dudas y, en ocasiones, resistencia. Pero, ¿realmente hay un momento ideal para ir a terapia?, ¿debemos esperar a sentirnos desbordados para buscar ayuda?

Aunque no existe una respuesta única, hay algunas señales y reflexiones que pueden ayudarte a determinar si estás en el momento adecuado para iniciar tu propio proceso terapéutico o para pedir ayuda de un profesional.

 

Cómo saber si estás preparado para empezar

Si te estás planteando ir a terapia, probablemente ya estás en el momento adecuado para hacerlo. El simple hecho de cuestionarte y reflexionar sobre tu bienestar emocional es una señal de que valoras tu salud mental.

Recuerda que no necesitas tener “todo claro” antes de empezar. Muchas veces, el proceso terapéutico te ayuda, precisamente, a encontrar respuestas.

 

La importancia de escuchar las señales internas

Tu cuerpo y tu mente suelen enviar señales claras cuando algo no está bien. Quizás estás experimentando síntomas físicos, como dolores de cabeza frecuentes, problemas para dormir o una sensación constante de fatiga… O tal vez, emocionalmente, te sientes desbordado/a por el estrés, la ansiedad o una tristeza persistente.

A veces no hay una razón concreta, pero simplemente no te sientes como antes. Has perdido interés en lo que solías disfrutar, te cuesta conectar contigo o con los demás, o sientes un vacío difícil de nombrar.

Estas señales no siempre aparecen de manera evidente, pero si notas que tus emociones están interfiriendo en tu vida cotidiana o que te cuesta disfrutar de actividades que antes te hacían feliz, podría ser el momento de buscar ayuda. La terapia te ofrece un espacio seguro para explorar estas emociones y comprender lo que tu cuerpo y mente intentan comunicarte.

 

No tienes que tocar fondo para pedir ayuda

Una de las creencias más comunes sobre la terapia es que solo se necesita cuando estamos al límite, en un estado de sufrimiento profundo o con síntomas graves. Sin embargo, la terapia no es solo un espacio para “resolver problemas”; también puede ser un camino para prevenir, para entenderse, para crecer y tomar mejores decisiones.

Así como vamos al médico para controles rutinarios, también podemos acudir al psicólogo para cuidar nuestra salud mental antes de que algo se complique.

 

Conclusión

El mejor momento para empezar terapia es cuando sientes que podría ayudarte. No importa si estás enfrentando un desafío importante o simplemente quieres mejorar tu calidad de vida.

Ir a terapia no es rendirse, es darte el permiso de pedir ayuda, de conocerte mejor y de priorizarte. Es un espacio para crecer, reflexionar y cuidar de ti mismo/a. A veces, lo más valiente que podemos hacer es empezar a escucharnos.

Tal vez esta sea la señal que estabas esperando.Aprovecha esta oportunidad para explorar lo que te preocupa y construir una vida más plena y satisfactoria. No estás solo/a en este camino

Y recuerda: no necesitas tener todas las respuestas para dar el primer paso. Solo necesitas tener la intención de comenzar.

 

 


 

 

Referencias

González, B., Navarro Góngora, J., & Saúl, L. A. (2021). La importancia del significado en el proceso terapéutico. Revista de Psicoterapia, 32(120), 1–14.

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Gema Sanro

Gema Sanro es psicóloga forense y sanitaria con una formación académica sólida y una amplia experiencia profesional. Gema se dedica a acompañar a las personas en su desarrollo emocional y brindar apoyo tanto en el contexto clínico como en el judicial, utilizando herramientas basadas en la psicología científica. Con un compromiso firme con el bienestar integral, sus publicaciones están diseñadas para ofrecer información de interés y recursos prácticos y accesibles que mejoren la calidad de vida de las personas.

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