Más allá del impacto económico que suelen generar los gastos extra de las festividades, enero trae consigo una serie de desafíos psicológicos que pueden afectar a nuestro bienestar emocional y mental.
¿Por qué parece tan difícil arrancar el año? ¿Cómo podemos gestionar este periodo de estrés y ansiedad de manera saludable?
Hoy te invito a explorar, a través de este post, cómo afrontar la “cuesta de enero” desde una perspectiva psicológica:
1. Aceptar el estrés: no estás solo/a
El primer paso es entender que lo que estás sintiendo es completamente normal y más común de lo que te puedas imaginar. Enero puede ser un mes donde se mezcla el estrés financiero con posibles cambios en la rutina y cierta motivación por generar metas a cumplir en el nuevo año. Además, la vuelta al trabajo o a los estudios tras las vacaciones puede ser abrumadora, especialmente si el inicio de año no se ajusta a nuestras expectativas.
La clave para gestionar toda esta vorágine de emociones está en no juzgarte. La presión por comenzar el año con energías renovadas puede generar una desconexión entre lo que esperas de ti mismo/a y lo que realmente puedes manejar en ese momento. Aceptar que el cansancio, la ansiedad o la melancolía postvacacional son reacciones comunes puede aliviar una gran parte de esa presión emocional.
2. Realismo frente a expectativas: evita las metas irreales
En enero, muchas personas se sienten tentadas a crear resoluciones grandiosas para el año. Ya sea perder peso, ahorrar una cantidad de dinero o cambiar de hábitos radicalmente… las expectativas altas pueden generar frustración si no se cumplen a corto plazo. Desde un enfoque psicológico, es importante establecer metas más pequeñas, realistas y alcanzables.
La teoría de la “metas SMART” (específicas, medibles, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo) puede ayudarte a crear un plan que no te agobie. Cambia el pensamiento de: «mejorar mi vida al completo«, por otros ejemplos más pequeños y que se ajusten a tu personalidad, tiempo y estilo de vida. Desglosar esos grandes objetivos puede ayudarte a mantener el enfoque sin caer en la sobrecarga emocional.
Si quieres saber más sobre algunos de los mitos que pueden estar frenando tu proceso personal en cuanto a adquirir aquellos hábitos que te hayas propuesto para este año, te invito a leer la siguiente entrada de mi blog profesional: https://gemasanro.com/7-mitos-sobre-crear-nuevos-habitos-que-estan-frenando-tu-progreso/
3. Gestionar las finanzas con conciencia emocional
Uno de los aspectos más característicos de la cuesta de enero es la presión financiera. Las deudas de las fiestas, los regalos y los gastos inesperados pueden generar una ansiedad palpable. Aquí es importante no solo hacer un plan de ahorro o recorte, sino también abordar el tema con cierta conciencia emocional.
La ansiedad relacionada con el dinero está estrechamente vinculada a las emociones de inseguridad y miedo. En lugar de enfocarte solo en la parte práctica, dedica tiempo a explorar cómo te sientes respecto a tu situación económica.
4. Cultivar la autocompasión
El inicio de año a menudo está marcado por la comparación social. Las redes sociales están llenas de personas que muestran su “nuevo yo”: nuevas dietas, nuevos proyectos, nuevos viajes… Si no te sientes a la altura de estas expectativas externas, puede surgir un sentimiento de insuficiencia.
Practicar la autocompasión es fundamental. En lugar de criticarte por no cumplir con ciertos estándares, intenta ser amable contigo mismo/a. La psicóloga Kristin Neff, experta en autocompasión, sugiere que en momentos difíciles, te hables a ti mismo/a con el mismo cariño y comprensión que le ofrecerías a un amigo que estuviera pasando por una situación similar.
5. Reestablecer una rutina de bienestar
El ritmo frenético de diciembre, lleno de fiestas y cambios en el estilo de vida, puede generar un desajuste en tus hábitos. El regreso al trabajo, las clases o las responsabilidades cotidianas puede ser un desafío cuando aún te encuentras «desacelerado/a» o agotado/a.
El regreso a una rutina de bienestar puede ser un remedio muy eficaz para la cuesta de enero. Iniciar el año con pequeños hábitos que promuevan y ofrtalezcan tu propio autocuidado y bienestar. Actividades como la meditación, la actividad física regular o incluso la práctica de la gratitud pueden ayudarte a mantener una mentalidad positiva durante este periodo.
6. Conectar con otros: busca apoyo
A veces, la mejor forma de superar la cuesta de enero es compartir algunas inquietudes con los demás. Ya sea con amigos, familiares o con tu psicólogo/a de confianza, hablar sobre lo que estás experimentando puede liberar tensiones y hacerte sentir acompañado/a.
La psicoterapia, por ejemplo, puede ofrecer un espacio seguro para explorar cómo las presiones del nuevo año te afectan, además de buscar maneras de manejarlas de forma más saludable.
Las conexiones sociales no solo ayudan a sentirnos comprendidos/as, sino que también permiten obtener nuevas perspectivas que alivian el estrés. Si las relaciones son sanas, estas pueden convertirse en una gran fuente de apoyo emocional durante este periodo.
7. Celebrar las pequeñas victorias
No todo enero es negativo. Es importante celebrar lo que sí hemos logrado. Desde pequeñas acciones cotidianas hasta las metas alcanzadas, reconocer los logros, por pequeños que sean, puede mejorar tu autoestima y motivación para seguir adelante.
Recuerda que la “cuesta de enero” no es una montaña insuperable; es una serie de pequeños obstáculos que puedes manejar si te tomas el tiempo para cuidar tu bienestar emocional y mental.
Conclusión
La “cuesta de enero” puede ser una realidad que afecta a muchas personas, pero no tiene por qué ser un obstáculo insuperable. Al gestionar el estrés, establecer metas realistas, cuidar de las emociones y buscar apoyo externo, se puede hacer de este inicio de año una oportunidad para el crecimiento personal y la autorreflexión.
Así que, si sientes que enero te está resultando especialmente duro, recuerda que está bien no estar bien. El primer paso es aceptar lo que estás viviendo y darle espacio a tu bienestar mental.
El año tiene mucho que ofrecer, y las herramientas para enfrentar cualquier desafío que venga están dentro de ti.
Referencias
Dussault, F. (2019). Efectos del estrés postvacacional en la salud mental: Revisión de la literatura. Revista de Psicología Social, 35(3), 227-242.
Chowa, G. A. N., & Ansong, D. (2020). Financial stress, financial management practices, and emotional well-being among university students in Ghana. Journal of Financial Counseling and Planning, 31(2), 282-295.
Neff, K. D. (2011). Self-compassion: The proven power of being kind to yourself. William Morrow.